El uso de la calefacción es algo que se prefiere no suprimir por lo que es importante conseguir un ambiente agradable y cálido sin gastar de más.
Para conseguir ahorrar en la caldera hay muchas cosas que se pueden hacer:
No uses la calefacción las 24 horas del día, es mentira que gaste menos por estar encendida de forma permanente, pues el calor se guarda en las paredes, muebles, techos y otros objetos de la casa y regresa al ambiente mientras no está puesta la calefacción.
Usa válvulas termostáticas en tus radiadores, así puedes regular cada radiador por separado dándole más potencia al de la habitación más fría o la que más se usa y no ahorraremos algo en el consumo al no calentar algunas habitaciones de más para que otras estén templadas.
Realiza un mantenimiento adecuado de tu caldera y de tu instalación de calefacción, si no sabes cómo hacer esto contacta con una empresa de confianza para que lo haga por ti al menos una vez al año.
Regula la temperatura de la caldera de forma adecuada, no necesitas tener el agua caliente a 80 grados todo el año, y probablemente tampoco lo necesites en invierno, regula temperatura para que el agua caliente este cerca de los 50 grados en invierno, con esto es suficiente para calentar la casa y evitaremos quemarnos en la ducha.
No obstaculices los radiadores, el aire debe poder circular de forma que el intercambio de energía con el aire sea posible, si tapas los radiadores solo se calentará la ropa y el ambiente permanecerá a prácticamente la misma temperatura.
Ademas de las descritas en la entrada anterior hay mas formas de ahorrar si perder comodidad en el uso de la caldera.
Usar Calderas de condensación es un ahorro en sí mismo, pues estas calderas reducen el uso de energía al aprovechar el calor de los condensados para volver a calentar el agua. En las calderas convencionales el vapor es liberado por la salida de humos desaprovechándose, mientras que en las calderas de condensación se reutiliza ahorrando hasta un 35% de energía.
Las calderas de condensación reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera al necesitar menos combustible para lograr los mismos resultados que una caldera convencional.
Otras formas de ahorrar energía es invirtiendo en el aislamiento de la vivienda de forma que la perdida calorífica de esta sea mínima. Ventanas de climalit, uso de aislantes en las cámaras de las paredes, revisar el buen cierre de las puertas y ventanas, el uso de persianas, cortinas y toldos. Todas estas medidas nos ayudaran a mantener el calor en nuestra vivienda durante más tiempo.
Revise su instalación y purgue los radiadores al menos una vez al año, preferiblemente antes del comienzo de la temporada de frío. Si no funciona adecuadamente o esta seguro de como realizar la revisión contacte con una compañía para que le asesore y realice las acciones necesarias para que su instalación se encuentre en perfectas condiciones.